miércoles, 11 de enero de 2017

Introducción

Desde la niñéz los mitos y leyendas eran mi pasatiempo favorito. En los años que llegaban después, cada vez que me encontraba ante los problemas o tiempos difíciles, me acordaba de los carácteres mitológicos que también se enfrentaban con peligros y tareas pesadas, así dandome consuelo. Claro, no se trataba solamente de la mitología griega, la cual es sin duda la más conocida y más popular. Cada rincón del mundo oculta sus propias historias, llenas de criaturas específicas, las cuales nunca dejan de salir de la imaginación del hombre - mitología de India, de Egípto antigüo, de Polinesia, Australia, del corazón de las selvas de África o Amazona, de China, Japón, de los celtas o germanos, etc., cada una de ellos es igualmente rica en su contenido y sabia en sus enseñanzas.
Muchas veces podemos encontrar los mismos motivos en las mitologías tan lejanas como la de Mesopotamia y de México - como el diluvio, o el arbol de la vida, la cual se menciona en las tradiciones mesopotamicas, tibetanas, nórdicas, hebreas, etc. Es imposible decir si aquí se trata de las ideas que son universales para toda humanidad, o la semejanza proviene de contactos entre los pueblos. Sin duda, en muchas ocasiones, personalmente, estaría en favor de lo último.
Tal vez el estudio de la mitología no tiene mucho sentido práctico, pero sin embargo, especialmente en estos tiempos remotos, ofrece consuelo, descanso y magia. De una u otra forma nos está conectando con nuestros antepasados, mostrandonos su tipo de pensamiento e imaginación, así ayudandonos a conocer también a nosotros mismos. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario